lunes, 17 de octubre de 2016

"LITURGIA..." DE BENJAMÍN ARAUJO. UN TIEMPO HECHO PALABRA, Eduardo Cerecedo

LITURGIA, AMANECERES Y OTROS POEMAS,
DE BENJAMÍN ARAUJO
UN TIEMPO HECHO PALABRA

                                                                 Por Eduardo Cerecedo

El hombre siempre se ha preocupado por el tiempo, él mismo es tiempo, ahora encontrado en la escritura del poeta. Con esa fuerza espiritual de quien escribe, asume la realidad efímera de soportar la historia. Así inicia un recorrido por lo que se es, por lo que ha realizado con su labor de creador. Benjamín Araujo, se pregunta, se responde mirando el poema crecer, es ahí donde se establece ese juego, vida-escritura para dar un preámbulo a la faena. Y en su recorrido por el tiempo de creación, manera de ser con su actividad cotidiana. Minipoemas y homenajes cierran de manera justa este libro cuyo valor poético se instala en la fragua de imágenes, con el pensamiento del poeta.

   Una senda donde quien escribe maneja a la naturalidad, ritmos, imágenes, llenando de emociones cada poema, cada verso, cuyo lenguaje nos aproxima a la realidad literaria, siendo el producto, un poema en verso libre. La manera de respirar del poeta, se sostiene el versos prolongado, otros más breves, hasta llegar al minipoema, vía al homenaje de aquellos poetas que le sirvieron de base en su formación como artista del verso. Benjamín Araujo con certeza fija su manera de trabajar con cadencia, respetando la concordancia entre un oxímorom,  la prosopopeya, sinestesia vía la metáfora que se extiende según el manejo, al intercalar sensaciones de distintos registros sensoriales, en ese orden, se encamina la palabra del nacido en la capital del Estado de México en 1949.

    Con esa salud se abre camino para expresar el sentido del gusto, del recuerdo que ya es memoria en cada poema. De tal manera,  Liturgia, amaneceres y otros poemas, corresponden a ese orden, el de la memoria, cuyas perspectivas se miran desde otro tiempo, ya en calma se despliegan las maneras de la energía, ajustadas en la anécdota, la descripción, préstamos literarios que se hacen de la prosa. Así el poeta al usar esa libertad de expresión le da un sentido distinto al verso y con ello al poema. Sirva pues, la experiencia de vida con el manejo del lenguaje para decir su mundo, a veces irónico, otras no tanto, festivo en arte poética, centrando así su voz, que pide anuencia para expresar su alegría por la vida.

    Formas de convenio con el espíritu. Palabra, voz, se ratifican para decir, lo que ve con ese árbol, que se asoma por sus ojos para, así mirarse en el paisaje de lo que fue. Así vida-escritura confirman el caminar por la vida, dejando como recuerdo, la historia de cada día. Un dejo de nostalgia se deja sentir en la poesía, al decir tiempo, se complace en mirar a su alrededor.

Los temas que han acompañado al poeta surgen de manera innata, El amor, la muerte, la soledad, la problemática social, el gusto por saber observar a su alrededor, descubrirse en esa mirada, lo vuelve un tanto triste, pero la música lo levanta, lo sostiene para decidir el cambio de actividad. Ahora el poeta es un gran observador, media entre su hermano el hombre, con la fraternidad de caminar uno cerca del otro. La preocupación por los niveles sociales, se ajustan  a la necesidad de nombrar las cosas, los actos, la vida, pasar de una estancia a la otra sin mayores remordimientos que los provocados por la escritura poética. Dice la voz “Gota de agua/ que se derrite/ por amor a las nubes”. La sorpresa en los versos siempre provocará en el lector ese asombro tan anhelado en la poesía que se lee. Se puede leer en otro poema: “Estábamos a obscuras, mirando hacia la nada/ pero vino la luz, arrastró la esperanza”. Benjamín Araujo ha llegado a la madurez con su poesía, lo exquisito de sus poemas se instalan en este poemario del cual me ocupo en comentar.

Momentos de altura poética cubren este libro, para bien del poeta, escuchen” Mira mi voz,/es una flama/que se contagia con tus ojos”. Siempre aparece la voluntad de superar los momentos lúgubres, por una sonrisa, con el ánimo que desde su primer libro ha acompañado, al autor de A propósito. Así se despliega un caminar por la literatura, por el mundo de los libros, ya como creador, ya como crítico. Enhorabuena por tu trabajo creativo Benjamín Araujo.

Benjamín Araujo, Liturgia, amaneceres y otros poemas, Pról. de Raúl Cáceres Carenzo, FOEM, 2013, Colección Letras: Summa de días. Ilustraciones de Norberto Quintín Valdés López. (203 pp.)



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