lunes, 25 de mayo de 2015

EL ESTERCOLERO, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

El Estercolero

UNO
Estoy en este mundo:
solo, triste, cansado
y oprimido; vengo de
donde vienen todos
los trabajadores: del
vientre de su madre.

DOS
Estoy aquí, empalmado.
esperando que pase la
violencia ¿o ya vino a
quedarse entre nosotros
para siempre? No creo
porque la vida es algo
más que una mascarada;
algo más que un rictus
para evitar vehemencias
insensatas, algo menos
que un trago de tequila
y un grito con un mariachi
a un lado: para machos
dormidos por la tele;
y empezando su comic
los domingos sin padre,
sin madre, huérfanos
ya de hermanos y de
amigos, vociferantes
todos reclamando
derechos ya vencidos
y gritando proclamas
desvencijadas, oxidadas,
muy lentas, o muy veloces
más que una carrera...
la carrera es la vida.


TRES 
Quiero dormir despierto
para que alejen ya lodo
de mis oídos y despierte
en paz con los sepultureros
y los enterradores y los
jueces y los abogados
y todos los que venden,
vociferan y gritan,
por el estercolero de la patria.

Benjamín A. Araujo Mondragón.
Toluca, México.

Mayo de 2015.

jueves, 14 de mayo de 2015

CALAVERA, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

CALAVERA

Mi calavera se hunde en el fondo de los tiempos,
mi calavera se va, hasta el caer de la vida,
siento que el tiempo ha pasado y me deja
sin remedio y con fatiga; siento que estoy olvidado
o siento que ya yo todo olvido…

Mi esqueleto me deja, poco a poco, de esta vida
 y yo, buen insensato, sólo miro desde arriba
cómo es que el tiempo nos deja convertidos
en pasado; cómo es que sólo el recuerdo
se nos queda en esta herida, que es el pasado remoto
de todo lo que fue vida…

Yo no sé, sin sobresaltos, sólo se que quedo solo
pero solo yo llegué y se que solos nos vamos
y que el sol ya no remedia esta vieja melancolía
por la que pasan los hombres que han cruzado
el umbral para asomar al otro lado…
profundo, vacío, inexpugnable y distinto…

Bien que sé: no soy el mismo. Bien que sé
que todo pasa y que nada es impasible
en el fragor de la vida; sólo la muerte
que llega, inexpugnable, rebasa y nos
acompaña hasta el fondo de ese abismo:
que desconozco en su esencia pero veo
con esperanza que puede ser nueva vida;
otra forma de existencia, donde las formas
se extinguen pero queda nuestra esencia.

Es la cercanía con Dios, dicen las almas piadosas,
es la nada, es la nada, dice el filósofo impío.
Yo no sé ni a quien creerle pero si quiero otra
vida, sino aquí todo ha sido en vano y ¿a qué
vino nuestra esencia? ¿a qué coños he venido?
Todo pasa nada queda,
pero lo nuestro es pasar; pasar, haciendo
caminos en lo nuestro caminar, el caminar
ya nos cansa como para que sepamos
que la vida si se pasa y el destino
nos alcanza y nos rebasa…

Ni duda cabe que somos polvo y que al polvo
ya volvemos más pronto de lo que imagina
el insensato que goza como si el gozo
fuera eterno, y la vida no se extingue, y
la vida no pasa sólo rebasa, los límites
ordinarios que ponemos los humanos
el valladar es el tiempo, la muerte,
meta inviolable, que transmite la enseñanza
nomás al que tenga oídos y al que mantenga
esperanza; pero nos queda perpetua
la memoria del olvido. El olvido permanece
siempre en pie, siempre tranquilo.

Miremos el horizonte, primaveras al olvido;
miremos hacia el pasado, el futuro ya no es frío;
miremos lo que fuimos, y lo que pudimos ser;
miremos desde la atalaya de este extravío
que es el presente que no es porque
ahora ya es pasado. Miremos al infinito
que el futuro ya no fue, y que la vida no vino
nomás pasó y ya se fue…
*Imágenes: 1. Tomada de un poema de Kike Gómez Saavedra (mi compadre colombiano); 2. Rocco Almanza (mi ahijado) y 3. Rafael Huerta, mi amigo y ex-director del Museo "José María Velasco" de Toluca. 

martes, 12 de mayo de 2015

TE EXTRAÑO, PERO SOY..., Benjamín Adolfo Araujo Mondragón


TE EXTRAÑO PERO SOY…


Extrañándote. Recordando tus pasos, tu sonrisa, tus besos…
Mirándome la palma de la mano. Volteando al horizonte;
No dejando que los recuerdos me invadan como hormigas:
Veo tu cara en lontananza, miro tu cuerpo en ese espejo:
Es imposible no recordar tus gestos, tus ruidos, tus espasmos;
Miro para otro lado. El futuro no está. No lo alcanzo.
Ni logro vislumbrarlo. Tu recuerdo me atosiga, Me estremece.
Me avasalla. Me espanta. Me cerca. Me aprisiona. Voy y no
deseo ir al cuarto de los recuerdos. Veo tu adiós, melancólico
yo lo veo y no lo creo; repito esa escena. Adiós mujer, adiós:
te vas porque tú quieres; ¿qué te pasa?, ¿qué te angustia?
¿qué fantasmas te persiguen? Miro, muy poco a poco, y veo
las mieles del recuerdo caer a sopetón sobre mi pensamiento,
lo endulzan, lo satisfacen, lo llenan, lo repletan: eructó,
soy feliz, aunque ya no estés: soy feliz con tu recuerdo.
Soy feliz y eso me llena, me complace. Y yo te lo agradezco

en dónde estés y bendiga a aquél que ahora goce de tus caricias.


Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

sábado, 2 de mayo de 2015

NOVEDAD DEL FUTURO, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

La patria sufre y llora,
la patria se estremece
los políticos ingratos
no la miran; hacen
un gesto cruel
y la abandonan...

Pero un día sucederá
estoy seguro, que hemos
de instalar la paz y
la justicia por todos
los rincones de la
sufrida patria...
¡y venceremos!