viernes, 19 de diciembre de 2014

NOCHE DE PAZ, (cuento) Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

Noche de PAZ


La noche es fría, Los luceros brillan con intensidad. No hay nubes en el horizonte. El frío ha sido anunciado por parte de todos los medios de comunicación, desde hace muchos días, Es el vigésimo frente frío de la temporada. Serán ochenta y ocho. Aún no inicia, oficialmente, el invierno.
En casa somos tres, Mi hijo, mi marido y yo. Nuevamente un ángel me ha anunciado la nueva, ¡veinte siglos después! Otra vez he dicho: "hágase en mi tu voluntad, Señor...".

José se va de un lado a otro. Ahora no estamos en un establo sino en amplia y acogedora casa, Con frío pero con todas las comodidades. El niño no pasará frío. A diferencia de hace siglo, ahora no hemos sido perseguidos. Pero queda claro que ahora los perseguidos son millones por todos los rincones de la tierra. Y resulta imperativo que llegue Jesús....

martes, 16 de diciembre de 2014

CAMPANAZOS NAVIDEÑOS, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

Con tanto campanazo navideño
nadie quiere saber de cosa amarga
sólo quieren calor y mucho leño
y una cena que engorde, aunque carga...
Pero debemos ver que el horizonte
presenta nubarrones en la espalda
y así no habrá nadie que afronte
y logre cambiar, dijo, Mafalda...
No hemos de amargar el temporal
con las crísis financieras y morales
debemos reir con tal y cual
para que no nos amarguen los frontales.
No cambio eso lo que ocurre
ni logro soluciones temporales
pero puedo hacer como que escurre
tanto mal que cargamos en morrales.

martes, 9 de diciembre de 2014

MARCA FÚNEBRE, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

MARCA FÚNEBRE

Muerto de ti yazgo en la sombra tumba,
recuerdo el ataúd de tus desdenes,
la corona de flores de tus cartas.

Lóbrego como soy desde que eres,
lánguido salgo siempre si te miro.

Vives y eso me mata.
Sonríes y eso me entierra
hondo en las cavidades
oscuras, turgentes,
de tu mirada que no me ve,
me cruza, me atraviesa,
me transparenta;
fantasma soy por ti.

MARCA FÚNEBRE, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón


MARCA FÚNEBRE

Muerto de ti yazgo en la sombra tumba,
recuerdo el ataúd de tus desdenes,
la corona de flores de tus cartas.

Lóbrego como soy desde que eres,
lánguido salgo siempre si te miro.

Vives y eso me mata.
Sonríes y eso me entierra
hondo en las cavidades
oscuras, turgentes,
de tu mirada que no me ve,
me cruza, me atraviesa,
me transparenta;
fantasma soy por ti.



viernes, 5 de diciembre de 2014

TENGO Y CAREZCO, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón



Tengo todo en la vida: no me quejo.
Tengo la vida misma, día con día;
tengo la perspectiva de vivirla,
tengo seres amados a mi lado,
tengo necesidad de amarlos
y de verlos, día tras día;
tengo el aire puro que respiro,
tengo la luz del día, cada mañana;
tengo la salud que Dios me proporciona
y tengo tus bellos ojos que me miran;
tengo tus piernas bellas en mi cama;
tengo tu cuerpo atado a mis deseos;
tengo la perspectiva del deseo,
tengo el yugo bello de los sueños;
tengo la sed y bebo gota a gota;
tengo hambre de letras y poesía;
tengo la belleza del mundo
y sus paisajes, sus gentes y animales:
tengo mias ojos frescos cotidianos;
tengo, tengo, tengo, pero carezco...
Carezco de la paz que no vivimos;
carezco de la justicia que de niño
mis mayores me enseñaron;
carezco de tu amor si hay enojo;
carezco de los míos cuando me alejo.
Carezco del amor de tu mirada,
carezco de tus labios y tus besos.
Carezco de tu cuerpo cuando viajo,
carezco del dormir si no descanso;
carezco del reposo si ajetreo,
carezco de mirar en otros ojos.
Tengo mucho que agradecer
y oro, todos los días, por lo
que me ha faltado: yo incompleto.
Adolezco de todo si me miras
y tendré de tu parte mil perdones;
lo que hará que no tengo ya tui crítica
y me mires con gozo y con pendones.
Eti

miércoles, 3 de diciembre de 2014

CARTA ABIERTA AL INFINITO, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

CARTA ABIERTA AL INFINITO

Con el dolor clavado en el bajo vientre, te escribo hermano virtual. Desconozco en dónde te encuentres, ni quién seas; y no se cuáles sean, o son hoy tus preocupaciones, pero estoy aquí asomado al abismo del futuro inmediato de mi pobre país, México, y es tanto mi dolor, mi indignación y mi falta de perspectiva que quiero compartir contigo lo que me pasa.

Las cosas no son graves apenas desde hoy, son graves desde hace algún tiempo. Pero no nos habíamos dado cuenta. Así haya sido apenas hace poco que un suceso tuvo resonancia mundial. Y despertamos.  Desde septiembre pasado en que desaparecieron los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, pareciera haberse encendido una mecha que va a explotar muy pronto. No, no es el pasado inmediato lo que ha hecho voltear al mundo los ojos hacia mi país. México está en crisis desde hace muchas décadas en que, poco a poco, la oligarquía se dió a la tarea de matar a la Revolución Mexicana, que nació con cierta deformidad pero vivía. Ahora ya ha muerto. Nada queda de ella. Y desean ponernos como país colonial los que carecen de patria; o mejor, su patria es el dinero, el dólar para ser más claros y más precisos.

Afortunadamente hay gente con esperanza y deseos de lucha. Eso ha hecho renacer una posibilidad de volver a vivir en este planeta tan lejos de Dios pero tan cerca, pero tan cerca, del capital imperial con el que hacemos la frontera más grande del mundo.

Quiero agradecerte hermano virtual porque estoy impresionado de que, como hongos solidarios, han nacido prácticamente por todos los confines del planeta los llamados solidarios, que nos permiten saber que no estamos solos, pero, más importante: ¡¡¡que no estamos perdidos en esta narcofosa en que se ha convertido nuestro México, lindo y querido!!!

viernes, 21 de noviembre de 2014

ESTAMOS ASOLEADOS DE RECUDERDOS, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

ESTAMOS ASOLEADOS

DE RECUERDOS


Para conseguir vibrar: competir con el futuro: tortuga los malos recuerdos; victoria de la necesidad sobre el tormento: atardeceres con lluvia; placidez en las montañas: solares de la infancia con un nido de águilas en los atardeceres cotidianos. Todo tiene el sabor de la nata con el dulce olor del pan de los amaneceres. Los verdaderos goces estàn detrás de la puerta y solemos cerrar por fuera como si desmereciera, para nosotros, el postre de soñar despierto desde la mañana y hasta el mediodía. Ya con la tarde, una vez descubierto que somos marineros, zarpamos sin sentido para aprender del viento en la cara; creemos eterna la navegación y... anochece: todavía guarda suaves fragancias la luna para un loco enamorado del insomnio. Estamos asoleados de recuerdos cuando llega la noche. No podemos dormir pues bailan los fantasmas y se mezclan, a brincos, con jarrones, y floreros del presente, con barcos y sílfides del futuro, con tristes empachos de lo que nunca, jamás, ni por asomo, habrá de tropezarnos y envolvernos. Estamos asoleados de recuerdos, se nos levantan a golpes de olvido las miradas de ayer: una niña abismal hace suyo el paisaje, saltan tras ella sus promesas de mañana, ella no lo sabe, muerde una manzana; ya es mañana, no existe la inocencia, la ignorancia se fue con el sol; la noche es plena en un paisaje nuevo, la oscuridad nos pertenece a todos; pero esa noche, por lo menos, esa noche, una mujer enseñó al mundo que el paisaje puede ser eterno. Vamos a ser eternos cualquier rato, lástima que el viento haya acabado desde hace un momento en que me volví recuerdo de mí mismo; línea a línea, verso a verso, silencio a silencio, recuerdo es silencio.
(DEL LIBRO "VAIVÉN", 1998).

LA PALABRA, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

LA PALABRA

En un principio fue el verbo...
y habitó este planeta con sus cantos,
era el silencio pero vino ella
y habitó entre nosotros para siempre.

Si el silencio fue el inicio,
la palabra fue el habitáculo
y pudimos vernos a los ojos,
mirarnos de frente
y respirarnos los pensamientos.

Juramos en ese momento
que el silencio vivía en
nuestras venas, pero que
la palabra florecía nuestras
vidas y le permitía retoñar
y hacer metáforas y olas
de lenguaje, y olas de paz
y olas de permanencia
y olas de ausencia;
el tiempo hecho palabra
habitó nuestros siglos:
y ¡nació la eternidad!

jueves, 20 de noviembre de 2014

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LITURGIA, AMANECERES Y OTROS POEMAS", 19 noviembre de 2014 *







*Fotos de Juan José Reyes Rodríguez en la Librería "Carámbano" de Metepec, en acto conjunto de Tunastral y la CEAPE.

EL ALMA, Raquel Rueda Bohórquez (Barranquilla, Colombia) leído en la presentación del libro "LIturgia, Amaneceres y otros poemas"

EL ALMA

Apareció en medio del bosque,
 La vi tan diminuta y pensé:
¿Su alma será como la mía?,
Cabe el mundo en una hormiga
Y en una gota de rocío mi madre.

Y la hormiga se quedó viéndome
 Con sus ojos mínimos,
Arrastrando  una hoja
Que pesaba más que mi propia ignorancia,
Se alejó... persiguiendo a otras
Tendiendo la mano en ese camino ensortijado
Donde la buena suerte se bendecía con una sonrisa
Siendo cosecha el amor y la esperanza.

Seguí  caminando yadvertí  un elefante…
¡Uich!, ¿este animal tendrá alma?
Ha de ser muy grande, y a Dios le dio pereza fabricarla,
-Elefante: ¿tienes alma? –le pregunté
Y él huyó de mí, cual si peste fuera.

¡Qué raro!, no tienen alma,
Lo dije mientras observaba una garza en vuelo
En tanto, un gorrión apresaba un favor en el viento
Y yo, pobre tonta engreída de la vida
Tomé un fruto, el mejor de todos,
Para que un ave peregrina no me ganara,
Disfrutándola a pesar de que sabía de sus ojos
Que como diamantinas joyas
Me veían asustada.

¿En dónde estará el alma de la flauta?
¿Será que tiene alma?, es un algo invisible
Ninguna cosa o animal tiene alma,
¡Jajajaja! Y me reí de la brisa
Cuando el sol pegaba en mi rostro
Y me iluminaba.

El alma me hablaba, me besaba
Éramos un solo espíritu en la voz del bosque
En las alas de las aves,
En el bufido del toro en el matadero,
Todo el mundo era el alma del  Creador
Y yo, ilusa y perversa, vanidosa y corrupta,
Imaginando que era la única que tenía alma.

Se quedó atrapada en la blancura de las nubes
El alma del músico, del ruiseñor, del elefante
No había tamaño, era la vida como la muerte
Igual para todos, como lo era también
Ese ente translúcido,
Que nos provocaba el meditar
Y parecía caer como una cascada
Brotando de su manantial.

Ajustando la mirada a la montaña
Descubrí el alma del universo…
Cada suspiro regalado del viento,
Esencia pura, nuestra barca, el brillo de todos
En la espesura de un bosque pálido
Lleno de moles y grietas,
Que el tiempo invencible
Se encargaría atrapar
Con las raíces de enormes caminantes y viajeros
Que las esparcían  y permitían al Dios vida,
Hacer su obra, por medio de sus manos
Sus arrugadas manos curtidas,

Abrazadas de las quimeras del día y la noche
Bendecidas con la hostia de un beso en el cielo
Colgadas por hilo invisible,
Junto a esas doncellas enormes,
Que ante nuestros ojos
Pequeñas parecen,

En un infinito azul… muy azul…
Contaminado de almas que no regresarán
Y sembrado de rosas que retornarán
En tiempos mejores,
Cuando el vicio del ahora desaparezca,

Olvidándonos del poder y la gloria
Pues toda gloria y poder, son hojas
Que la brisa se lleva y transporta
Hacia el mundo de los necios.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 18/14


martes, 18 de noviembre de 2014

PECULIAR SITUASCIÓN, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón (México)

PECULIAR SITUACIÓN

Peculiar situación, vivir en soledad,
no es la edad del sol sino la triste
banalidad de no saberse acompañar
y luego meditar y mentir:
"me gusta estar solo".

Pero nunca es del todo, 
mentira ni verdad,
pues estar solo siempre
te puede hasta enfermar;
y lo mismo, seguro,
seguro que también pasa
si sólo te encuentras
acompañado siempre...

No hay que exagerar:
ni muy muy,
ni tan tan; ni que fuéramos campanas
de la Catedral: ¡¡¡tan, tan, tan, tan...!!!

martes, 11 de noviembre de 2014

COMO UNA CIRUELA PASA, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

La vida pasa
como una ciruela pasa.
Pasa la tormenta; y su escándalo, pasa,
no hay enfermedad sin cura,
todas pasan.
Los desamores se olvidan,
las tristezas ya no crecen
y sólo las ganas de amarte:
cuando consigues
sonreirme, aparecen
aparecen y crecen
como enredaderas
por mi cabeza se tuercen
y van formando caminos
a tu corazón otrora insensato.
No hay cosa más rica que el recobrar
el amor, cuando decrece;
la reconciliación es muy sabrosa
y se antoja cuando nada pasa,
ni sucede aparentemente nada; 
y no hay cosa más sana
que una risa temprana.
si amanece.

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